Tertulia Literaria
Hispanoamericana
Rafael Montesinos
Curso LX
La Directora de la Fundación de
Colegios Mayores MAEC-AECID
y la Directora de la T. L. H. Rafael
Montesinos
se complacen en invitarle a la
sesión 1699ª
Martes, 25 de marzo de 2014 - 19´30
horas
Federico Leal leerá poemas publicados e inéditos.
Presentado por Javier Lostalé
Tertulia Literaria
Hispanoamericana Rafael Montesinos
Colegio Mayor “Nuestra Señora de Guadalupe”
Avenida de Séneca, 4
28040-Madrid
*****
Federico Leal, Marisa Calvo y Javier Lostalé
EPIGRAMA
Nadadores en la
lisura del agua,
aunque compitan
dándose la espalda
con libros
amuletos, se deslizan
los amigos que
sólo este afán tienen:
Ser bien
reconocidos como excelsos.
Y unos a otros se
llaman poetas
y qué locos están
y qué ciegos.
PISCINA Y SAUCE
Vibra su copa al
viento aún cálido de septiembre.
Bajo su sombra,
yacente boca arriba
leo en las hojas
de sus ramas como en páginas escritas.
Ellas me turban
más que cualquier libro
de aquellos que
contuvo el anaquel
de una casa en
otro tiempo mía.
En este lado el agua lisa
y arriba nubes
ambulantes.
Nos dicen que hay
que vivir el presente.
Pero dónde y cómo
escanciar un sueño
si vivir es
aprender del pasado.
Tendido sobre la
blandura del césped.
Absorto entre las
ramas de este sauce
ajeno a todas nuestras mezquindades
FEDERICO LEAL
BRASAS QUE SE APAGAN
Fuimos hechos de cieno y estampidas
para no estar
nunca satisfechos.
Como tolvanera
espejeante,
cuyos remolinos
de luz se filtran,
veo todo lo que
hiciste de mí:
un tipo
desconfiado, sin escrúpulos
y con el sexo
siempre a punto de estallar.
Oxidado en
perpetuas nostalgias que se orean
como las de los
trenes y las ropas al sol.
Llegué hasta ti
celoso, bien armado
para conquistar
tu sangre de hierro.
Cuando no eras
más que mi reflejo
combinado de luz
imaginaria.
Mi propio ardor
de ser otro en tu carne.
VARIACIONES SOBRE
LOS MUERTOS I
Julio, suave
sonar de fuentes y encinares.
Otro encaje de
luz se filtra bajo las hojas.
Tendido en la
hamaca
me llega el
silbido del cedro que apenas se agita.
¿Por qué salir
más allá del porche?
La sierra azul y
el mundo al alcance de la vista.
Y aunque se oye
difuso el tren de las dos
el pueblo queda
lejos.
Y todo es
sosiego, lealtad de granito milenario
fresco aún en la
fiesta del mediodía.
Es la casa del
padre que dormita a la sombra.
No sabes cuántas
veces quise traerte a este refugio.
Cuánto derroche
de razones para convencerte.
Ahora que de nada
ya sirve
bendigo la
distancia que de ti me aparta.
Ahora que ya a
nadie más busco
este día celebro
colmado de fe.
FEDERICO LEAL
NOCTURNO
Oigo música para
llamar al silencio;
esta noche lo
invoca el canto de los grillos
que se ocultan detrás del escombro del parque.
Que se hospedan
aquí pese al brutal rugido
de la ciudad que
sin razón amamos
y que ya es
imbatible en su fracaso.
Julio exhala su ardor rojo y noctívago
y es como si en
su combustión anunciase
que hemos de
estar para algo más en esta vida.
Para algo más que
una ilusión invicta
entre el arbusto
cuajado de espliego y la palabra.
Para no siempre
ceder ante las cosas del mundo
que a menudo
significa renunciar a ser libres.
¿Cómo entender si
no el prodigio del martín pescador,
del águila o la
libélula sobrevolando el pantano?
¿Cómo explicar el
milagro de la música
prendido en los
zapatos de baile de un mendigo?
Esa misma música
me dice:
Oscura
incertidumbre que resuelta
por la noche nos
acosas
sin dejar rastro
en el tiempo.
No es posible
buscar desde el abismo.
Una pletórica
indulgencia encuentro a cambio,
densa y estéril
como frutos de arizónica
que liban las
polillas embaucadas por su olor.
- un olor que se
masca como goma arábiga -
Ni el disco solar
ni la noche me alumbran,
ni me habla tu
voz por ningún recodo
pero tampoco, has
de saber,
se ensombrece la
hora del relevo.
CENTRO DE MAYORES
Aunque todo lo que no se prohiba
será
ya de obligado cumplimiento,
ésta no es mi guerra
-me dije- .
De hecho sólo me importa
lo que me llega desde la nueva aplicación
para teléfonos inteligentes.
Pero entonces
por qué sigo contando ancianos analógicos
danzando en sillas de ruedas.
No es un morbo extravagante, no.
Ellos son la
verdadera atracción de este Centro.
Y en ellos sólo veo el porvenir
desde esta ventana que opera como bola de
cristal.
Los observo extasiado mientras palpo
la redondez del piercing en mi ombligo.
Mientras desahucian a mi padre
de
la certeza de volver a andar.
FEDERICO LEAL
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